21/1/07

Día 14: 29/05/04 FINISTERRE – MUXIA

Pero....¿quién dijo que esto se ha acabado? !!! Ni mucho menos... Tras visitar al vasallo –Santiago- en Compostela y al señor –Santo Cristo- en Finisterre, aún nos queda completar nuestro ciclo peregrinal visitando a la señorala Virgen- en su santuario de Muxía. Después de lo que lleva este bici-peregrino encima, ¡qué suponen unos 30 km más o menos!.

Con ese espíritu, y después de una reparadora noche en compañía de mi cónyuge, nos levantamos sin prisas para desayunar en el hotel. El día vuelve amanecer brumoso y gris, aunque sin lluvia.

Después de una energética primera comida del día, nuevamente repito el rito de la preparación del material para la partida, tal y como llevo haciendo en las dos últimas semanas. Sin embargo, en esta ocasión hay una pequeña diferencia –de peso-. Aprovechando que mi mujer irá nuevamente a recogerme a mi destino final en la Costa da Morte, vacío algo de mi equipaje (saco de dormir, esterilla, algo de ropa...) aligerando sustancialmente las alforjas de la bicicleta. Este último paseo procuraré que sea lo más cómodo posible, para disfrutar del final de esta aventura.

Me despido de ella y quedamos en que la llamaré al entrar en Muxia, donde ella ya me estará esperando, según mis cálculos. Son las 9,56h. y parto de nuevo a la búsqueda de las calles por donde entré en el día de ayer al pueblo.

El recorrido transcurre ahora durante un corto trayecto por carretera para encontrar en breve el desvío que marca la dirección correcta hacia el fin de la ruta. Pronto comienzo a atravesar una serie de aldeas: San Martiño de Duio, Escaselas, Hermeduxo de Abaixo, San Salvador... En este último lugar paso enfrente de una típica casa rural gallega, en cuyo patio interior descansan un grupo de viejos aperos de labranza junto al típico carro gallego de origen romano. Estas cosas ya pertenecen al pasado y quizás nunca más verán la luz del día, así que merecen un recuerdo fotográfico con cierta nostalgia. Igualmente, a la salida del pueblo se atraviesa por una zona frondosa de bosques de eucaliptos espigados que emergen de un mar de helechos, y todo adornado por una nieblilla que da un tono misterioso y a la vez místico al paraje...o eso me parece a mi! Una foto en mi álbum lo constatará.

Nuevas aldeas ganaderas se van sucediendo en el camino, desde las que se puede intuir la proximidad de la costa, llamada en esta zona “o mar de fóra”. Rial, Buxán, Castrexe y Padrís son testigos de mi paso, y al pasar este último pueblo comienza un trayecto por unas sendas frondosas que atraviesan un monte raso mal indicado y de difícil circulación, quedando a nuestra izquierda la zona costera. Después vendrá Lires.

Ahora, tras un descenso por terreno embarrado por la humedad, se llega a uno de esos puntos difíciles de olvidar en esta ruta iniciada ya hace muchos días y kilómetros. Se trata del paso del río Castro, pocos metros antes de llegar a Vaosilveiro; el río, no parece muy profundo, pero literalmente hay que mojarse los pies para atravesarlo, pasando de unas a otras grandes piedras graníticas que hacen de pasos escalonados, pero que...... ¡ estaban absolutamente cubiertas por el nivel del río unos 20-25 cm !. Por tanto, no queda más remedio que despojarse de los deportivos y calcetines para calzarse las chanclas playeras y pies al agua. Dada mi experiencia con estos terrenos acuosos resbaladizos al cruzar “charcos” en las lejanas tierras navarras, pongo toda mi atención y cuidado posible para no repetir caída y remojón, ya que aquí si podría ser peligroso. Afortunadamente y con esfuerzo de pasar la bicicleta de unas a otras losas guardando equilibrio, llegamos a la otra orilla salvos y secos.

Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero no apareciendo ni una rata por esos lugares, me debo conformar con fotografiar sólo el lugar de vado, sin que quede constancia visual de las peripecias que tuve que realizar.

Aprovecho la breve parada para secarme los pies y piernas y vuelvo a calzarme adecuadamente.

Más adelante, en Frixe, paso al lado de su iglesia románica de Santa Locaia y continuo hacia las aldeas de Guisamonde y Morquintián. A partir de esta última ya me dirijo directamente a enfilar la última “tachuela” de importancia antes de finalizar mi periplo bicicletero antes de llegar a Muxia. Es el Monte Facho de Lourido por el que se circula, tanto en su ascenso como descenso, a través de cortafuegos y pistas forestales ensanchadas por máquinas excavadoras, pero con grandes surcos horadados por la erosión del agua. Hay que extremar las precauciones, sobre todo al bajar, claro! .

Al final de un peligroso, pero emocionante, descenso trialero llego a la aldea de Xurarantes, desde donde, más por intuición y orientación personal que por las indicaciones del camino, accedo a los márgenes de la playa de Lourido, tras atravesar varias formaciones de dunas y vegetación playera.

Ahora, con la visión del bravío mar da Costa da Morte, sólo nos queda continuar un tranquilo paseo marítimo hasta las primeras casas de Muxia. Callejeamos un poco por unas estrechas rúas, con sabor marinero y enfilamos una pequeña cuestecilla que nos deja ante una impresionante vista: hemos llegado ante un grandioso bloque granítico, que sirve de recuerdo a una desastrosa tragedia ecológica ocurrida en estas costas, en fechas aún recientes, y que a la vez quiere homenajear a cuantos colaboraron en la limpieza de su vertido; el monumento al vertido del petrolero Prestige.

Pero además de este desagradable recuerdo, la belleza de la contemplación del entorno merece la pena: en el horizonte una mar oceánica dura y peligrosa, para muchas de las gentes de estos lugares; al fondo unos acantilados agrestes y pedregosos, con varias rocas con nombres propios – a pedra d´abalar, a pedra dos cadrís, a pedra do timón...- y de gran tradición romera en esta zona; en la parte baja, el santuario barroco da Virxe da Barca; y más hacia la derecha, a lo lejos, el faro y los aerogeneradores eólicos de cabo Vilán.

Me detengo un momento para disfrutar de la visión sosegada de todo el conjunto, mientras un grupo de excursionistas jubilados burgaleses se acercan a fotografiar el entorno y emprenden una charla informal conmigo. Aprovecho la ocasión para darles alguna información sobre datos “histórico-geográficos” de la zona, que ya conocía y había visitado en varias ocasiones, y les recomiendo un restaurante que conozco en el pueblo, si están interesados en comer bien.

Ellos agradecidos, me corresponden ofreciéndome gratuitamente uno de sus móviles, que les había pedido por favor para contactar con mi mujer. Ella está ya en el pueblo, tomándose una cervecita y ya ha contactado con el policía local que se encarga de abrir el polideportivo como albergue a los peregrinos.

Me despido de los amables castellanos y desciendo unos metros para visitar el el templo barroco del s.XVIII, en cuyo interior se encuentra una pequeña imagen que corresponde a la virgen. Hubo suerte...estaba abierta, ya que acababan de celebrar una boda y, aún con los novios dentro y algún invitado haciéndose las fotos de rigor, me cuelo con mis pintas que desentonan con la elegancia de los atuendos. Pregunto por la imagen que corresponde a la Virxe da Barca y tras cumplir con mis rezos de agradecimiento por haberme permitido concluir toda la ruta peregrinal hasta estas tierras, hago una foto de su altar mayor.

Esperando la llegada de mi mujer, confirmo fotográficamente la llegada de Nemenuis -ahora sí- al final de su camino peregrinal junto al letrero informativo del santuario, y bajo hacia la zona de rocas donde también dejo constancia de las famosas “pedras” anteriormente citadas.

Al poco tiempo llega Loly y también deja constancia de que este relator ha concluido felizmente su peregrinaje hasta estas tierras.

Ya es tarde, cerca de las 14 h. y montamos todos los bártulos y la bicicleta en el maletero del coche, yendo hacia el albergue, donde al poco llega el policia local y me entrega mi cuarta y última certificación peregrinal, después de estampar mi último sello credencial: la Muxiana. El albergue está en obras y por eso, para ducharme y cambiarme de ropa, nos acompaña al polideportivo municipal, donde hago todas estas tareas “domésticas”.

Regresamos al pueblo, habiendo cambiado ahora mi montura mecánica, para dirigirnos al restaurante Pedra D´Abalar, cercano a la lonja portuaria. Allí degustaremos una suculenta comida a base de pescados y mariscos de la zona. Pronto llegan también el grupo de burgaleses que conocí en el monumento a la tragedia del Prestige, y que han seguido mis consejos gastronómicos. Espero que disfrutaran de la comida, tanto como nosotros, aunque por las caras que pusieron cuando salimos todos al finalizar y el modo de despedirse, creo que sí iban contentos.

Como dato anecdótico y chascarrillo final, he de comentar que en las paredes del comedor, cuelga una foto que se hizo ya “histórica”: refleja la visita del príncipe Felipe a este restaurante cuando visitó Muxia tras el desastre ecológico de la zona, y no muy alejada, “cubriendo la noticia” por aquel entonces, una periodista de TVE llamada Letizia....¿le suena a alguien?.

Pues ahora, también formando parte ya de mi historia vital y personal, humildemente llego al final de este relato, de una maravillosa y enriquecedora experiencia que viví a lo largo de un largo recorrido –nada menos que un total de 964 km !-, como muchos de millones de personas han realizado a lo largo de los siglos antes que yo...y que muchos más seguirán realizando. Si algún día alguien tiene oportunidad de leer este -extenso e intenso- relato y le sirve para encender una llama de emprender su Camino, me daré por altamente satisfecho y agradecido. Ojalá le sirva igualmente de orientación para su travesía. Sólo me queda mandar a tod@s el saludo típico de los millones de peregrinos de la historia, y que portaba como lema en una de mis camisetas... ¡¡ ULTREIA ET SUSEIA !! (siempre..... más lejos y más arriba)

Aquí se pone FIN a esta aventura...........o, quizás no!

“...Dedicado a mi mujer, mi hijo y mis padres......siempre presentes”

PERSONAJES PARA EL RECUERDO:

- Luis, mi compañero de ruta en gran parte del camino

- Raúl, Manolo y “Pipín” los de Castellón. raul.adrian@retevision.es

- Cristina y Javier, la pareja en luna de miel de Madrid y su CULO, CULO, CULO, CULO, CULO.....

- Los biciperegrinos de Verín que me encontré en la misa de la Colegiata de Roncesvalles y que tuvieron un accidentado viaje –al menos, uno de ellos-

- Sally, la alegre y solitaria peregrina inglesa con la que compartí una agradable charla en el albergue de Viana

- Pilar, la enrollada hospitalera navarrica que había en Santo Domingo de la Calzada

- Los bicicleteros astures, tío y sobrino, que conocí en Carrión de los Condes y que quedaron bautizados con la original denominación que tenían ellos de los peregrinos extranjeros: “Los Monster”

- Julio Cumplido, el portero-guardián del museo de arte de Pasos Procesionales de Semana Santa de Sahagún

- Los hermanos de Huesca, a quien bautizamos como los Bisbales, por el parecido de uno de ellos con el cantante de moda, al llevar el pelo rubio y rizado

- D. Isidro el cura que me crucé cerca de la ermita del Ecce Homo a la salida de Astorga y que me pidió que rezara un Padrenuestro por él en Santiago, cosa que cumplí

- El otro grupo de ciclistas asturianos, con los que coincidí en el albergue de Rabanal del Camino y a quién di la noche vomitona, pero con quien alcance la cumbre de La Cruz de Hierro

- El dueño de Ciclos Nino, aficionado y mecánico de bicis de Cuatro-Vientos, en Ponferrada, que me solucionó la avería de mi montura en una tarde de domingo

- Las 4 colegas de Triacastela con las que compartimos unas entrañables experiencias del Camino y que nos acompañaron en el festejo nocturno de llegada a Santiago

- Y....tantos y tantos otros compañeros de ruta o gente anónima que me fui cruzando por el camino

A TODOS.....también gracias por haber formado parte de esto.

*124 sellos credenciales, incluidos los tres repetidos de la conclusión del camino en la oficina de peregrinos de Santiago, y otros 6 más en la Acreditación Universitaria.

RELOJ DE MOUNTAIN-BIKE – SENDERISMO: POLAR Serie 5. 710i

............. CONTINUARÁ.....

“ Quien va a Santiago

y no al Salvador

visita al criado

y no al Señor”